25-01-2007

Eran aun las diez menos cuarto y el ya estaba esperandola, como siempre, no podia evitar el llegar temprano a su cita, desde que la conocio habia sido asi.

Ella sin emabargo siempre se retrasaba unos minutos, los suficientes para que el se pusiera nervioso durante la espera y se relajara al verla al fin aparecer.

Durante casi seis meses esa tonica no cambio en absoluto, ni las primeras palabras que siempre intercambiaban:

-Perdona por llegar tarde, ¿llevas mucho esperando?

-No, no te preocupes, acabo de llegar, yo tambien me retrase-Mentia él

Pero un dia, cuando ella llego al lugar acordado, alli no habia nadie, al principio eso la desconcerto pero con el paso de los minutos empezo a sentir miedo, miedo por él, por si algo le habia ocurrido. Al cabo de una hora busco una cabina para telefonearle a casa, pero nadie cogio el telefono asi que decidio ir hasta alli.Nada.

Los siguientes dias transcurrieron entre visitas al lugar a la hora señalada y lecturas de diarios en busca de alguna noticia tragica sobre él.Nada

Con el paso del tiempo ella fue olvidandolo, resignandose,

Un dia, de camino a su oficina una voz la sorprendio por detras:

-Perdona por llegar tarde, ¿llevas mucho esperando?

-No, no te preocupes, acabo de llegar, yo tambien me retrase-Dijo ella entre sollozos al darse la vuelta y descubrir su rostro.

-No, no mas mentiras por favor.

-¿Pero...donde has estado?

-No hay tiempo que se deba perder justificando un retraso, ¿no crees? Y ahora vamonos, hemos perdido muchos atardeceres.

-¿Pero a donde? No puedo...

-A cualquier lugar-Dijo él-Seguro que llegaremos a tiempo.